La infiltración de los turcos en el mundo islámico se inició en el siglo IX cuando comenzaron a ser reclutados como soldados esclavos al servicio del califato. Califas y emires adiestraron a los turcos en las artes militares pero su progresiva conversión al Islam los transformó en influyentes oficiales libertos. Expertos en el uso de la ballesta y excelentes jinetes, los turcos destacaron como tropas de élite y el califa Al Mutasim formó con ellos su guardia en Samarra, aislado de los jorasaníes de su corte. Los turcos se apoderaron en 861 del tesoro del califa y de la administración hasta 945 cuando fueron desplazados por los shiíes del clan buyí. Sin embargo, los turcos habían demostrado su valía y los emires siguieron contratándolos como oficiales y funcionarios.Las tribus turcas se convirtieron al Islam a través del sufismo perseguido por Bagdad que se refugió en las montañas. Ya islamizadas, las tribus federadas turcas qarlug, dirigidas por los qarajaníes, invadieron Mawarannahr (Transoxiana). Al sureste de Jorasán, el emirato Ghaznávida se independizó de los persas bajo el mando del turco Mahmud, conquistador del norte de la India. Hijo de un oficial esclavo, Mahmud conquistó Jorasán, apoyó la ortodoxia suní y veneró a los místicos sufís. Fue el primer musulmán con el título de sultán (autoridad).En 1040, la confederación turca Oguz, liderada por los selyúcidas, irrumpió en Irán e identificó su dominio con la ley, el orden, la protección de la propiedad y la recta práctica del Islam, antes de vencer a los buyíes shiítas en la batalla de Dandakán (1040). Los selyúcidas establecieron una alianza con los maestros religiosos suníes y las élites urbanas mientras ocupaban la meseta iraní y realizaban asaltos rápidos en Armenia y en la Anatolia bizantina. Los buyíes buscaron apoyo en los fatimíes de Egipto, pero el jefe selyúcida Toghril Beg ocupó Bagdad en 1055, los expulsó y logró que el califa Al Qaim lo nombrara sultán y “Rey del Este y del Oeste”.Los primeros sultanes se apoyaron en la burocracia persa de Jorasán y en el inteligente visir Nizam al Mulk, que reorganizó la economía del Imperio y distribuyó tierras entre los jefes militares turcos para acelerar su sedentarización. Nizam transmitió a los selyúcidas los principios políticos del despotismo persa que habían asumido los califas abásidas e impulso las madrasas o escuelas islámicas para formar altos funcionarios y ulemas. En ellas enseñó Al Gazali, que sintetizó en su renacimiento de las ciencias religiosas la teología suní, el derecho, el pensamiento helenista y el misticismo sufí. Mulk fue eliminado por la secta ismaelí de los nizaríes, mejor conocidos como hashashiyyin (asesinos) cuando los selyúcidas intervinieron en el Egipto fatimí.Los selyúcidas derrotaron al emperador bizantino Romano LV Diógenes en la batalla de Manzikert (1071), donde el sultán Alp Arslan lo capturó y aniquiló a su ejército. Un sultán selyúcida se hizo cargo de los territorios conquistados (Sultanato de Rum) y Constantinopla pidió ayuda al Papa y a los reinos cristianos. Los selyúcidas reforzaron Siria con los turcos Zangi de Mosul y Alepo, que tomaron Damasco y enviaron al turco Saladino a conquistar Egipto. Una revuelta en Jorasán desprestigió a los selyúcidas, destruidos cuando los mongoles arrasaron Bagdad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario