29 nov 2012

Mentalidad Hindú y Mentalidad Islámica

Para comprender la mentalidad hindú es necesario conocer su medio ambiente… Vastas planas, interminables llanuras regadas por anchos y lentos ríos, el horizonte limitado en la lejanía por altas cadenas montañosas cubiertas de blancas nieves perpetuas, o selvas espesas e impenetrables o inhóspitas y áridas colinas: tal es el aspecto de la tierra. La naturaleza representa un papel feroz pero bien regulado. El verano, las lluvias y el invierno se suceden infaliblemente… La conciencia india ha desarrollado un sentido del tiempo y del espacio; se formó una concepción de la realidad en un tiempo que era pleno y continuo y cíclico por su dimensión y en un espacio que aborrecía el vacío y que estaba sinuosamente labrado como los suaves zarcillos del loto; y ambos, este tiempo y este espacio, tenían muchas categorías. Su universo se desbordaba de forma inagotable y vibraba de intensidad vital, era un universo de sutiles distinciones infinitas, de innumerables formas entretejidas sin principio y sin fin y no obstante era un cosmos y una totalidad.
Tara Chand, Influence of Islam on Indian culture, Allahabad, 1963, p. 232


La vasta extensión de la infinita y árida llanura alrededor, la inmensidad de un cielo sin nubes, el día con su esplendor deslumbrante y la noche llena de innumerables y brillantes estrellas, la regular sucesión de las estaciones, la crueldad y la avaricia de una naturaleza dura, el tremendo esfuerzo por mantener la vegetación en vida y salvar de la destrucción el intrincado sistema de canales de irrigación y las huertas y los jardines duramente conseguidos, la vida nómada impuesta por los escasos pastos y el desierto, y las ocupaciones sedentarias intensamente ejercidas en la ciudad y en los puntos fértiles, todo ello deja profundas marcas en la mente de los hombres que viven en estas regiones. La trascendencia y el dominio de la realidad, la insignificancia del hombre y de sus obras, la extensión de vacío entre los instantes del tiempo y los puntos del espacio, el sentido de rectitud moral, la periodicidad de apasionada energía y apático letargo, la abstracción del pensamiento lógico y geométrico, la ausencia de sentido plástico, la devoción por las ideas puras y el aborrecimiento hacia el iconismo y el antropomorfismo, la claridad y definición de los contornos y los perfiles, la infinita elaboración del detalle, una fe mística en el orden inmutable de la naturaleza, una tranquila resignación y una sumisión calma y digna ante la voluntad divina, tales son las principales características de la mentalidad musulmana en su fase original.
Tara Chand, Influence of Islam on Indian culture, Allahabad, 1963, p. 241

Mientras que la mentalidad hindú se interesaba, sobre todo, en lo verdadero, la islámica se atormentaba por el problema de lo justo. El hindú subrayaba el aspecto privado y personal de la experiencia religiosa, el musulmán su incorporación al cuerpo colectivo de los creyentes. El hindú se sentía inclinado a justificar las deficiencias de sus costumbres sociales mientras que el musulmán se sentía molesto por ellas. 
Tara Chand, Maulana Azul Kalam Azad, A memorial, Humayun Kabir, Bombay, 1959, p. 238

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