Grupos étnicos en Asia Central |
Conquistado por Rusia en el siglo XIX, lo que entonces se conocía como Turquestán cayo bajo control bolchevique después de la Primera Guerra Mundial y fue reorganizado con base en líneas de distribución étnico-nacionales. El resultado fue la creación de cinco repúblicas soviéticas cuyas fronteras poseen una tortuosa complejidad, especialmente donde Uzbekistán colinda con Kirguistán y Tayikistán en el valle de Ferganá. Bajo el control soviético, el régimen unipartidista permitió a los líderes comunistas locales mantener la ficción de que los conflictos territoriales e interétnicos habían sido erradicados en Asia Central. Cuando las cinco repúblicas se convirtieron en entidades soberanas en 1991, las aspiraciones territoriales resurgieron con fuerza, incluso a pesar de que los regímenes en el poder declararon su apoyo a las fronteras existentes.
La mayor de las repúblicas, Kazajistán, tiene una larga frontera con la Federación Rusa que, a los ojos de muchos kazajos, fue establecida para beneficiar injustamente a ésta. Específicamente, los nacionalistas kazajos sostienen que las frontera occidental natural de su nación es el río Volga y que Kazajistán posee una reivindicación legítima sobre Astracán y otras regiones del Volga. Curiosamente, en la República Autónoma de Kalmukia de la Federación Rusa algunos líderes han expresado la reivindicación sobre la rivera oeste del delta del Volga. Los nacionalistas rusos responden a las reclamaciones kazajas reivindicando a su vez grandes áreas del norte de Kazajistán donde los rusos étnicos (40% de la población total de Kazajstán) son el mayor grupo nacional. Kazajistán también posee potenciales reclamaciones territoriales contra Kirguistán y Uzbekistán, en el último caso sobre Karakalpakia en torno al mar de Aral (aunque algunos líderes karakalpakos están en favor de la transferencia de soberanía a la no contigua Federación Rusa). Además, reivindicaciones sobre varios territorios colindantes de Kazajistán han surgido en Kirguistán, Turkmenistán y Uzbekistán, mientras que Uzbekistán también enfrenta problemas territoriales con sus otros tres vecinos.
Los problemas más complejos existen en la relación territorial de Uzbekistán con Tayikistán (cuya población es predominantemente de lengua persa, mientras que las otras cuatro repúblicas son túrquicas en composición étnica y lengua). Para muchos tayikos la inclusión en Uzbekistán de Samarcanda, Bujará y otras ciudades históricas en el valle de Zeravshhan pobladas por tayikos fue una gran injusticia de parte de los bolcheviques que diseñaron las fronteras durante la década de 1920 ya que los privaron de muchos sitios culturales y religiosos importantes. Por su parte, muchos uzbekos recuerdan que las ciudades del valle de Ferganá como Khodjed (llamada Leninabad de 1932 a 1990), Isfara y Kanibadam habían quedado excluidas de la República Socialista Soviética Autónoma de Tayikistán creada en 1924 y sólo fueron incluidas dentro del territorio tayiko cuando Tayikistán adquirió estatus republicano completo en 1929. Su aspiración a la "recuperación" de dichas áreas refleja la autoridad histórica uzbeka bajo el antiguo Emirato de Bujará, el cual a su vez explica las ambiciones territoriales de importantes minorías uzbekas en Tayikistán y Kirguistán. Los asuntos que involucran a Tayikistán se han complicado debido a las luchas políticas internas que llevaron a la caída del gobierno de Nabiyev en septiembre de 1992 y a la afirmación de soberanía de la república autónoma de Gorno-Badakhshan en las montañas del Pamir, donde predominan los musulmanes ismailíes o septimanos.
Bodgan Szaj Kowski, Encyclopedia of Conflicts, Disputes and Flashpoints in Eastern Europe, Russia and Succesor States, Longman Group, Londres, 1993.
Bodgan Szaj Kowski, Encyclopedia of Conflicts, Disputes and Flashpoints in Eastern Europe, Russia and Succesor States, Longman Group, Londres, 1993.
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